EP#172: Hablando con uno mismo

¿Hablas contigo mismo? Si... Todo el tiempo ¿Es normal? Bueno, no lo sé... la cosa es que estamos en un momento en la vida en el que probablemente no te topes con más de dos o tres personas (en el mejor de los casos) durante todo el día ¿vives solo? La cosa se complica. Es probable que hables contigo mismo más seguido que lo normal y se irá incrementando. ¿Qué te dices? Hablando con uno mismo.  

 

La realidad es la verdad, lo efectivo y con valor práctico. En contraposición con lo fantástico e ilusorio; 

Lo absurdo es extravagante, irregular, irracional, disparatado, opuesto a la razón. chocante y contradictorio.  

Bienvenido a Azul Chiclamino. La realidad de lo Absurdo.  Yo soy Rodrigo Llop y yo te cuento.  

 

Veo en la calle a un vagabundo hablando consigo mismo y pienso que está loco. “Qué nivel de locura debe tener una persona para hablar consigo mismo”, me digo en voz alta mientras voy a mi casa caminando. “Espera, no cruces... tienes alto”, me digo. Llego a casa y prendo mi micrófono y en realidad lo que hago es hablarme a mí mismo durante 20 minutos porque... pues … porque no hay nadie aquí. Yo hablo conmigo mismo cuando camino con la calle... y cuando me baño y cuando voy en el coche y cuando cocino y cuando espero un café (como habrás notado). Digo cosas que pienso decirle a alguien. Entonces las practico, manoteo al aire, me enojo y luego... luego no se las digo, pero ya lo pensé, lo practiqué y me arrepentí. Estoy más tranquilo. 

Voy al supermercado y veo a una mujer en un pasillo repitiéndose “jabón, jabón, jabón”. Me volteo y le digo “Ahí está...”, señalando las barras de jabón de mano. “A tu derecha”. Me ve feo y entonces ella dice “¡AH! Aquí está”, golpeándose la cabeza y dándome la espalda con una mirada gacha. Todo mundo habla solo. No... no sólo eres tú. Todos hablamos solos. No se habla al respecto porque hablar solo es estar loco. Está asociado con locura, con una enfermedad mental, con esquizofrenia (solo que a estos si les contesta alguien). Pero si nos pasa a todos, entonces ¿está bien? Entonces ¿por qué lo hacemos? 

“No es nada irracional”, dice el profesor Gary Lupyan del departamento de psicología de la Universidad de Wisconsin. Él ha estudiado a la gente que habla sola durante años. ¿Ya ves? Y tú quejándote de que “no hay chambas”, de que “no hay trabajo”, de que “no hay nada que inventar o ideas nuevas que ejecutar” ... investigar a la gente que habla sola, eso es una buena buenísima idea. “Lo divertido”, dice Lupyan “es que como no sabes todo lo que vas a decir, incluso es posible que te sorprendas a ti mismo”. El diálogo interno puede ayudar a recordar la memoria, a la confianza, la concentración y muchas otras coas.  

Hablar con nosotros mismos puede parecer extraño porque tendemos a asociar hablar en voz alta con nadie en particular como un signo de enfermedad mental. Sin embargo, cada vez hay más investigaciones que indican que el diálogo interno puede ayudar a recordar la memoria, la confianza, la concentración y más.

El estudio se hizo, como todo divertido estudio, con ratas de laboratorio. Quiero decir, con individuos de laboratorio que pudieran o no parecer ratas... lo único que si es cierto es que estaban en un laboratorio. Personas veían varios objetos en una pantalla de computadora teniendo que buscar uno en específico. A algunos se les pedía que dijeran el nombre del objeto en voz alta a otros no. Aquellos que lo repetían en voz alta, eran capaces de encontrarlo más rápido. El experimento se llevó a un supermercado, buscar productos que venían en una tarjeta. Quienes repetían en voz alta, encontraban los objetos más rápido, indica la BBC. Y esto no es nada nuevo, seguro que te ha pasado... Bueno, a mí me ha pasado con los lentes... con la cartera, ¡con las llaves! “DONDE ESTÁN LAS P%&@$ LAVES!” Ah las traigo en la mano... 

Decir el nombre en voz alta, trae una recordación adicional. El lenguaje hablado y escuchado, incrementa y mejora el proceso de recuerdo.  

Anne Wilson Shaef, psicóloga, autora y oradora sugiere hablar con uno mismo. Con esto se mejoran las memorias y la lo que sentimos de nosotros mismos. Decir en voz alta lo que sientes y porqué estas enojado, por ejemplo, reduce o desaparece el enojo. Ethan Kross, de la Universidad de Michigan explica que hablar puede generar confianza para ayudarnos a pasar los retos de la vida. Bueno, aunque hay que decir lo correcto en el momento correcto.  

 

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Kross sugiere, en otro estudio para Harvard Business Review, que se refería a sí mismas en segunda o tercera persona mientras preparaban un discurso, descubriendo que estaban más tranquilas, más seguras y teniendo un mejor desempeño con respecto a quienes lo hacían en primera persona. Y con esto, me refiero a un “Rodrigo puedes hacerlo!” en vez de “yo puedo hacerlo”. Ahora, si tu como yo, lo haces en tercera persona y a demás te hablas a ti mismo “de usted” -OIGA SR LLOP, USTED PUEDE SALIR ADELANTE... BLA BLA BLA- bueno, tal vez lo que te falta es invitarte un café y romper más el hielo... digo, más confianza con uno mismo.  

https://www.bbc.com/worklife/article/20170428-why-talking-to-yourself-is-the-first-sign-of-success 

 

La automotivación ayudó también a deportistas de Basketball a pasar el balón más rápido cuando lo hacían en voz alta. Echarse porras “siquitibum bombita”... funciona claramente. 

https://www.nytimes.com/2017/06/08/smarter-living/benefits-of-talking-to-yourself-self-talk.html 

 

Así es que, entonces... ¿No están locos aquellos que hablan solos? NO... bueno, si algunos, pero no... bueno no se cuantos pero... no... este episodio se trata de que no. Que no están listos. Es de lo más común, así es que estate tranquilo. O a ver... ¿A quien le reclamas cuando te golpeas el dedo chiquito del pie? Gritas y hablas contigo mismo. “Que bestia eres” o “que burro”, u “otra vez le diste si serás BEEP BEEP BEEP BEEP” 

Sin embargo, indica Psychology Today, muchas de esas conversaciones siguen siendo internas, privadas, pero sigues halando contigo mismo. Algo así como un susurro, un cuchicheo. Muchos son pensamientos silenciosos pero muy fuertes y poderosos.  

 

Pero ahora sí... hay algunos que sufren ese tipo de diálogo. Y si bien, muchas veces es probable que escuches ese diablito y angelito que te dicen “hazlo” o “no lo hagas”, hay otros que tienen conversaciones profundas consigo mismo. Cuando ese monologo se convierte en conversación, entonces estamos frente a desordenes más profundos y severos como la esquizofrenia. Diálogos internos con voces dentro de la cabeza. Aquí es donde la línea entre lo normal y el desorden mental entra a colación. Asi es que definamos algo, el hablar con uno mismo, excluye, al menos para este episodio, el que alguien dentro de tu cabeza te conteste.  

https://www.psychologytoday.com/us/blog/the-minute-therapist/201712/do-you-talk-yourself 

 

Pero hay algo a considerar. ¿Qué te estás diciendo? ¿Qué estás listo o dispuesto a decirte y a escuchar de ti mismo? Lo que podemos estar diciendo puede ser una espiral de nuestro subconsciente y la diferencia entre lo positivo y lo negativo, puede ser la gran diferencia entre lo que queremos y debemos oír. Así es que ¿Qué debes evitar decirte? Es sencillo. Cosas como 

 

No valgo nada 

No tiene caso 

No puedo hacerlo 

No le gustaré a la gente 

Otros son mejores que yo 

No soy suficiente 

Debo ser perfecto 

Mi opinión no vale nada 

Nunca podré cambiar.  

Todos ellos atentan contra tu autoestima, te devalúa de forma importante, y sobre todo prolonga el sentimiento negativo. 

 

¿Qué hacer entonces? Es simple. Primero, debes darte cuenta cuando ese pensamiento es negativo. Segundo reconócelo y detén esas conversaciones negativas. Tercero, respira y sigue adelante con pensamientos positivos.  

Es tan común hablar con uno mismo que todos lo hacemos. Shakespeare fue el primero en la literatura que utilizó el soliloquio, los pensamientos que se dirigen a nadie, pero en voz alta. Ni a otro personaje, ni a los dioses -como los griegos-, ni a la audiencia. Es un dialogo interno que muestra los conflictos que tenemos para decidir, las tormentas mentales. Para Shakespeare, ahí estaba el verdadero conflicto, no tanto en la interacción de los personajes. Hablo mucho conmigo mismo, mas ahora en la situación que vivimos del encierro y cuarentena. Me preocupaba –esto es cierto y completamente real- empezar a volverme loco. Una especie conde de Montecristo hablando solo en la cárcel o un tal vez hablar con mi pelota de voleyball llamada Wilson. Pero no. Es un proceso normal. Pero eso si, si la pelota comienza a contestarte, entonces te recomiendo visitar a un psiquiatra.   

 

Hablar con uno mismo no está mal. Eso finalmente lo entendí.  Más vale que entrenes esa voz para que diga cosas que sumen y no cosas que resten. Canta, baila, habla contigo, pero cosas que levanten el ánimo. Darte una palmadita en la espalda, no sé si cuente como locura o enfermedad mental, pero yo lo hago... no’mas para que calcules del 0 al LLop el nivel de locura en el que estas haz como yo. Desempolvarse el hombro es símbolo de grandeza. Hazlo. Guíñate el ojo cuando pases por el espejo, darte palmaditas en la cabeza mientras repites “buen muchacho buen muchacho”, hazte piojito y habla contigo como cuando le gritas al árbitro cuando ves un partido en la tele “¡FUE PENAL!”. Te quedan muchos años por convivir contigo, así es que más vale que lo hagas de la mejor manera.  

 https://blogs.psychcentral.com/nlp/2013/04/negative-self-talk/ 

 

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Edición limitada, mientras dure la cuarentena. Este espacio no pretende ser educativo. Simplemente tiene como compromiso entretener y reflexionar. No incluye baterías. Come frutas y verduras, acompañaós con leche. (nunca he entendido esa frase).