EP#171: Cuando las máquinas leen

“He oído esa historia mil veces”. “Me la has contado ya”. “Lo mismo le pasó a mi tío Pelayo”. No te pasa que en el cine dices “¿que no vimos ya esta película?” o leyendo un libro piensas “Seguro el le va a pasar esto...” 

La verdad es que hay historias que hemos visto, leído, escuchado o vivido mil veces. La cosa es sencilla porque si. En el mundo hay pocas historias repartidas en muchos, muchísimos libros. Cuando las máquinas leen.  

 

La realidad es la verdad, lo efectivo y con valor práctico. En contraposición con lo fantástico e ilusorio; 

Lo absurdo es extravagante, irregular, irracional, disparatado, opuesto a la razón. chocante y contradictorio.  

Bienvenido a Azul Chiclamino. La realidad de lo Absurdo.  Yo soy Rodrigo Llop y yo te cuento.  

 

Mi tarjeta de presentación dice “Storyteller”. Dejé atrás los tiempos que la adornaban con un director o gerente, con un Ingeniero o incluso Maestro –maestro de maestría no de gremio o sindicato... vayas tu a creeeeer...-, con un título rimbombante que más que comunicar pretende confundir, como si mientras más rebuscado pareciese, más importante fuese uno. No. Me fui al otro extremo. A la otra punta. Empezando por el YO: Primero, me fui a lo primitivo, a lo original que nos hace humanos, a las profesiones primarias, al salkja. Segundo, lo importante no es el título, si no “el yo”. STORYTELLER, CONTADOR DE HISTORIAS o NARRADOR (DE HISTORIAS). 

Si todos lo somos, llegamos a casa y contamos la historia de lo que sucedió durante el día, en el trabajo, en el metro, en la comida... contamos al oficial de tránsito como sucedieron los hechos del siniestro, justo antes de querer deslizar un billete en su mano mientras miras a todos lados asegurándote que nadie ve...ya sabes... típico esta ciudad. Escuchamos las historias del otro lado del mundo en el noticiero, leemos libros o vemos películas para escuchar historias ajenas.  

Un día dejamos de quitarnos los piojos -y esto no es ni chiste ni permiso literario-, literalmente dejamos de quitarnos los piojos como lo hacen los macacos para comenzar a convivir a través del habla. Esto sucedió hace millones de años.  

Contamos historias para crear vínculos con otras personas y las historias fueron tan importantes que en la antigüedad los narradores o storytellers eran tan valorados como los pescadores y los cazadores. Generaban y guardaban el conocimiento de la tribu para SOBREVIVIR. Nos convertimos en el Homo Narrans, el hombre que, no solo como especie inteligente –Homo Sapiens- también cuenta historias. El término fue utilizado por Walter Fisher en 1984. Y hoy vemos algún homo narrans primitivo sen las calles del centro, vendiendo como merolicos tantos productos como sean posibles, la calaverita que baila sola, el “desttráss de la raya”, el tónico cura todo o Snake Oil... ya sabes...También Pan narrans “narrador de cuentos” en the Science of Discworld II: Te globe por Terry Pratchett, Ian Stewart y Jack cohen.  

Contamos historias porque hay una ganancia, un valor en ellas. Porque necesitamos transmitir valores y moralejas y, sobre todo, educar y enseñar a los niños. Contamos historias para entender, para enseñar, para asustar, advertir y explicar. Pa-ra tras-cen-der. Claro, también por el chisme, por dañar y por manipular, pero esa es otra historia que contar.  

Las historias están llenas de sentimiento, de emociones. Transmiten palabras y cuentan hilos, tramas, argumentos, pero sobre todo, transmiten inmersas en sucesos, el tesoro más grande del ser humano: las emociones y los sentimientos. La historia llega al cerebro, las emociones y los sentimientos al corazón. Dos tipos de neuronas que almacenan y procesan información de forma separada. Pero ¿Qué pasa si las computadoras analizaran las emociones? Quiubolé 

Imagina lo siguiente entonces. En temas de narrología consideremos la trama, la sucesión de hechos que llevan la historia, pero embebida en esa columna vertebral de acciones hay emociones. En la literatura y narrativa escrita, las emociones se describen con palabras haciendo que la mente y el corazón reaccionen, sobresalten, se exalten o se apacigüen, se depriman, se entristezcan o se apaguen.  

El análisis se describe en el documento o whitepaper “Los arcos emocionales de las historias dominados por seis curvas simples”, de Andrew J. Reagan et all 

https://epjdatascience.springeropen.com/articles/10.1140/epjds/s13688-016-0093-1#article-info 

 

Claro, el contar historias involucra expresiones faciales, continua el análisis. Mi padre no puede contar una historia sin manotear al aire y finiquitar con un punto final en forma de manotazo en la mesa. Así somos los Llop. Involucra cambios de volumen y tono. En eso se basa mucha de la transmisión de la información emocional. Pero, ¿Qué pasa si únicamente se analiza el texto, las palabras en sí? A esto le llamaremos “arco emocional” y es el análisis de sentimiento de las palabras y oraciones utilizadas en un texto. No tiene el mismo nivel emocional el enfado, por ejemplo, que la ira, que la furia. Tampoco es lo mismo el temor, que el miedo que el terror. De igual forma, en el otro extremo, la serenidad, que la alegría, que el éxtasis. Las emociones tienen niveles o grados.  

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Cada palabra que describa sentimientos se le puede dar un nivel numérico –sí, numérico porque geeks ingenieros, científicos de datos, programadores y economistas, lo ven (ejem... o vemos) todo en números-. Así es que el desarrollo de la construcción de la historia se desglosa por palabras a las cuales se les asigna un valor y se grafica a través de la trama –o el tiempo transcurrido en el texto analizado. Imagina que tu psicólogo, en pleno análisis te pregunta “¿Qué nivel de enfado maneja?” y tu contesta... al hablar de futbol, religión y política un nivel 8 o 9. Al hablar de vacaciones, flores, pajaritos y unicornios un 2. Al hablar de conflictos familiares, “OFF THE CHART”. SIBIDO 

 

Así es que se analizaron 1327 libros, pasándolos por el proceso de análisis de sentimiento, en primera instancia. ¿Cómo se eligen los libros? Se utiliza el siguiente criterio de un universo de 50,000 libros: 

  1. Libros solamente en inglés. ¿Porqué? Pues porque es el idioma más universal... bueno, al menos hasta antes de la pandemia del 2020. 

  1. Entre 20 y 100 mil palabras, así se eliminan el libro vaquero y otros libros tan pero tan cortos que a veces ni tienen final. 

  1. Con más de 40 descargas en el sitio Project Gutemberg, una librería con 60 mil libros gratis en PDF (al día de hoy). 

Enseguida, se crea un análisis de las curvas –o arcos emocionales. La curva baja con emociones negativas y la curva sube con emociones positivas. Después se pasa por un proceso de clustering o aglomeración. Se conjuntan o se agrupan las curvas con formas similares. 

Así el resultado del análisis entrega seis tipos de historias en las que se pueden clasificar toooodas las 1327 historias analizadas. 

El resultado es fascinante. Pueden identificarse seis clasificaciones encontradas con la Inteligencia Artificial. Imagina una historia que comienza con sentimientos negativos. Tal vez puedas pensar en tu historia más triste, miserable, obscura y llena de infortunio... digamos... un lunes cualquiera... En fin, la historia podría, por ejemplo, comenzar plagada de pena. En realidad, el personaje parte tocando fondo, peor no puede estar. Conforme avanza la historia, el personaje se va viendo en vuelto en decisiones y acciones que lo colocan en otra posición. La pena se transforma en tristeza y la tristeza en melancolía. Poco a poco la melancolía en serenidad, después en alegría y la historia termina en éxtasis. El personaje consigue el éxito, el amor, el dinero, el trabajo soñado, la libertad... lo que sea que él quiere. Piensa en que es viernes por la tarde y te quitas tu corbata godín y la avientas por el cielo mientras corres hacia el horizonte con una cerveza en una mano y un taco al pastor en la otra... felicidad total pues. Piensa ahora en valores numéricos y plásmalos en una gráfica. Mientras más negativa es la emoción, menor es el número, mientras más positivo es el nivel de sentimiento emocional, más grande es el número. Verías una línea cuyas emociones van en ascenso, una línea inclinada hacia arriba. A esa curva se le llamó “De la pobreza a la riqueza” y es la típica historia que hemos visto mil veces donde la tristeza se convierte en felicidad, el odio se convierte en amor y los pobres resuelven sus problemas volviéndose ricos.  

El caso opuesto, cuando todo es felicidad y termina en tristeza, tenemos una tragedia. Una curva descendente, completamente opuesta. La favorita de tu amigo el depresivo, el “mala suerte”, el que se autoflagela, Mister Infortunio... Ya sabes de quien hablo. Si no lo ubicas a tu alrededor, bueno, pues ten cuidado... seguramente tu eres ese ser depresivo de hombros caídos. HAAABLA ya con tu psicólogo y pide cita.  

Las otras cuatro clasificaciones son “hombre en el hoyo”, primero baja y luego sube. “Ícaro”, primero sube y luego baja. “Cenicienta”, primero sube, luego baja y luego sube y finalmente “Edipo”, baja, sube, baja. 

 

¿Somos predecibles? Si... Todas las historias se repiten y se pueden clasificar. Todas las historias están contadas. Las sofisticamos, el ritmo cada vez es más complejo y con más movimiento. Se adaptan a nuevos tiempos, pero la historia es la misma. ¿Romeo y Julieta? ¿Cuántas veces no la has visto? Así lo es. 

Si, esta puede ser la muestra de que somos criaturas simples. ¿Recuerdas como empecé? Claro... Soy Storyteller... algo simple. Una habilidad tan básica y tan primitiva porque todos lo somos.  Aunque quieras plantearte como sofisticados ser pensante, eres tan simple como una almeja. Emociones, en realidad no hay muchas. Respondemos siempre a las mismas emociones, aunque en diferentes intensidades, como ya te expliqué. Enseñamos a través de la narrativa, a través de la historia las mismas tramas siempre con moralejas muy claras: Alguien que nace con un infortunio puede conseguir la dicha. ¿La moraleja? La felicidad está en la montaña que con esfuerzo hay que subir. Alguien que o tiene todo puede perderlo, porque la vida es y siempre ha estado llena de drama.  

¿Cuántas veces no hemos escuchado una y otra vez la misma historia de Romeo y Julieta? ¿O la historia de Ícaro, que sube y sube simplemente para después caer? ¿La cenicienta que no tiene nada, consigue tener mucho y después lo pierde pare contar al final, la felicidad? No hay muchas formas de ilustrar lo que sucede en nuestras vidas: Seis. ¿Cuántos libros dice Google que existen? Alrededor de 130 millones de títulos -cálculo de 2010-. Pero 6 tipos clasificaciones. Hay que ver cuan complejos somos. Simplemente al entrar en un Barnes and noble u otra librería. La cantidad de clasificaciones que hay. Si el interés es enseñar mediante una moraleja o transmitir conocimiento o incluso trascender mediante las narraciones de un medieval juglar o un corrido norteño -honesto o pagado- no hay mejor forma que la narrativa que lo tiene todo. Una trama basada en secuencia de acciones entrelazadas con sentimientos y emociones. Porque al final, somo seso... un manojo de emociones y sentimientos con patas... y si no me crees, pregúntale a mi tía maruca. 

Esto fue Azul Chiclamino, la realidad de lo absurdo. Yo soy Rodrigo Llop. ¿Te quedaste con duda de las referencias? Visita www.azulchiclamino.com y encuéntralas en la sección Blog junto con el transcript de los episodios. Sígueme en Twitter, Instagram, Facebook y ahora, nuevo y distinto contenido en Youtube. Recomienda Azul Chiclamino a tus conocidos, recuerda que estamos en iTunes, Apple Podcast, Spotify y Soundcloud, y califícame. Pero sobre todo, comunícate conmigo. Quiero saber qué opinas y de que quieres que hablemos. Este es el medio perfecto para expresarte.