La Navidad es época de luz de paz, el blanco lo invade todo hasta... hasta que llega la obscuridad. Para algunos la Navidad no es lo que es para ti que todo lo ves positivo. O al revés, la Navidad, para algunos no es tan obscura como para ti. Hablemos de la NaviDARK
Yo soy Rodrigo Llop y yo te cuento.
Y si... esto es Azul Chiclamino, la realidad de lo absurdo.
Empezó la Navidad. ¿Cómo lo sé? La televisión comenzó a transmitir Duro de Matar y Arma Mortal. Las dos películas navideñas por excelencia –muy pintadas de rojo... aunque de un rojo sangre y no un rojo de traje de Santa Claus. Bruce Willis y Mel Gibson llegan antes que el osito de Coca Cola, incluso antes que el Santa Clos del centro comercial y por supuesto, antes que el aguinaldo. Llegan, en realidad, justo el 1 de noviembre. Pasandito Halloween, villancicos, Frank Sinatra y por supuesto, Luis Aguilé y Raphael cantan “Ven a mi casa esta Navidad” en la zona de congelados del supermercado. En Estados Unidos hay par de baches intermedios, Dia de Gracias y el Black Friday, nada que ver con Martin Luther King, Morgan Freeman o Black History Month. El ambiente se tiñe de rojo y blanco, aunque aún ni el frío ha llegado bien, como debe ser. Pronto las calles se llenaron, el tráfico paralizó la ciudad... ventas nocturnas en los grandes almacenes, Fiestas, posadas, cenas navideñas. retenes de alcoholímetro... vomitonas en las banquetas... la Navidad ya está aquí. Alegría total... o no...
En realidad en estas épocas, muchas personas sufren de SAD – Seassonal Affective Dissorder o Trastorno Afectivo Estacional. Es una especie de depresión que aparece y desaparece en un patrón estacional, indica el National Health Service. No es causado por pisar caca de reno en la calle o por exceso de tiempo tratando de arreglar los foquitos de las series de navidad que no funcionan... no no no.... Tiene más que ver con la reducción a la exposición de luz solar durante el otoño y el invierno. ¿Alguna vez has visto, por ejemplo, a un jamaiquino o a un costeño acapulqueño deprimido?... ¡Ah! ¡Pues ahí está! Tiene que ver con la luz, con el sol, con el agua de coco, con la mojarra frita, pero, sobre todo, con el sol. Se dice que parte del cerebro, llamado hipotálamo, deja de trabajar como debe, ya sabes que cascabelea, que como que le patina la banda, que le sale humo y hace traca-traca. Afecta
Primero, Se incrementa la producción de melatonina, la hormona que te hace sentir somnoliento.
Segundo, Se reduce la producción de serotonina, la hormona que afecta el estado anímico, lo cual trae tristeza y depresión.
Tercero, El reloj interno se vuelve loco.
Tiene que ver también la genética en este trastorno. No es nada más culpa de las orbitas planetarias.
¿Cómo arreglar el SAD? Mas paseos por el parque, más exposición a la luz y por supuesto películas de Cantinflas. Hoy en día existen las llamadas “cajas de luz” o “light boxes” que imitan la luz exterior. Estas ayudan a cambiar los químicos en el cuerpo mejorando el estado anímico y mejorando otros síntomas. Emiten luz ultravioleta muy ligera y deben usarse en la mañana por 20 o 30 minutos, indica la Clínica Mayo. El tío Pelayo combate el Trastorno Afectivo Estacional con cambiando de aguardiente barato a Sidra Santa Clos, que trae como regalo, burbujas de sabor.
Pero estamos hablando del nivel biológico y químico del cerebro. Eso... pues eso nada tiene que ver con la Navidad. ¿Qué tanto impacto tienen en el fondo las fiestas en la depresión humana. Mucho hemos escuchado que hay dos factores que incrementan los suicidios y la depresión: primero, ser dentista. Segundo, la época navideña.
Es un momento de reflexión, es una época de retrospección. De recapitulación, muchos le llaman. Es la época en la que se analiza lo sucedido el año pasado. Logros, pero también derrotas, aciertos y errores. Ganancias y pérdidas... sobre todo perdidas emocionales, de seres queridos... Porque las pérdidas económicas se revisan hasta marzo, cuando hacienda nos hace la requisición de impuestos. En fin. Sobre todo, es el momento de visualizar, en las reuniones, cenas, regalos y abrazos, las separaciones, las muertes y … la soledad. Este es el muchas veces denominado Holliday Blues.
Psycom hace recomendaciones para los tres peligros antes mencionados.:
Para evitar la soledad producto de familias separadas emocional o geográficamente, del aislamiento que provoca la melancolía y la ausencia de pareja, Kenneth Yeager, PhD, de la Universidad de Ohio, recomienda estar rodeado de gente. Al menos ir a la cafetería o a la tienda de libros. Tener conversaciones cortas en vez de estar aislado y sonreír con la gente. Mantenerse ocupado.
La depresión que viene de las perdidas es completamente normal, continúa el Dr. Yeager. Es el “síndrome del sobreviviente”. Sentirse culpable por seguir aquí. Importa cambiar la culpa depresiva por duelo.
Finalmente, extrañar el pasado. Para lograr sobre pasarlo, es necesario crear nuevas memorias para comenzar a desplazar las viejas que añoramos... las viejas... memorias que añoramos... quise decir...
https://www.psycom.net/beat-holiday-depression/
Tantas veces hemos visto estos síntomas en la cena de Navidad que incluso le echamos la culpa al pavo por el sueño. Mito completamente falso, dicho sea de paso. Sí contiene el aminoácido triptófano que ayuda a producir melatonina, nuevamente, la hormona del sueño. Sin embargo, primero, no es suficiente para verdaderamente dormirte y segundo, lo tienen todas las aves de corral, indica el Washington Post. Tal vez Abelardo o Big Bird si tenga más triptófano que genere más melatonina que te dé más sueño, eso sí... eso sí.
Pero a diferencia de la depresión de Martin Riggs de Arma Mortal, recordemos que bebe, recuerda su vacía vida, lo invade la melancolía, es cogido por una brutal soledad e intenta suicidarse sin éxito -spoiler alert... aunque el spoiler alert debe ser antes de decir el spoiler... ¿No? durante la semana de Navidad, indica The Guradian, las visitas a los hospitales por síntomas depresivos caen notablemente. Si … lo oyó usted bien. Hay menos casos de depresión por navidad que en otras semanas. Incluso que la semana anterior y la posterior a navidad. El mito se rompió junto con “una cruda o resaca se puede curar”, “la hiperactividad de los niños al comer exceso de azúcar, existe” y por supuesto, “el agua del inodoro gira en dirección contraria en el hemisferio sur” -o norte, dependiendo de donde me escuches. No... los suicidios no se incrementan en épocas navideñas, no hay tampoco, ninguna correlación entre el invierno y el clima con las enfermedades mentales, indica un estudio hecho en Alaska.
Entre 1972 y 1979, un estudio realizado en los hospitales de Duke y Carolina del Norte en Estados Unidos de Norteamérica, se indica que las visitas psiquiátricas cayeron en la semana de Navidad, incrementándose posteriormente. Incluso, el día de Navidad, registran un mínimo. ¡ALABADO SEA EL SEÑOR!
¿Que se recomienda en este caso? Pues salir más al sol, visitar más a la familia y amigos que sí lo estimulan a uno, reír y gozar. Pero, sobre todo, poner el árbol de navidad y la decoración lo antes posible. Steve McKeown, Psicoanalista explica que la gente que pone prontamente sus decoraciones es más feliz. Esto se asocia a recuerdos de la infancia, trayendo los momentos felices al presente. En un mundo lleno de estrés y de complicaciones, esto es de suma importancia.
https://www.businessinsider.com/putting-christmas-decorations-up-early-makes-you-happier-2017-11
Pero en una cosa coinciden casi todos los estudios que revisé. La miseria humana es la excepción más que la regla. ¿Por qué? Por muchas razones. Principalmente porque que interactuamos más con amigos y familiares en estas épocas y eso, robustece de forma positiva la felicidad, indica el NYTimes. Las compras y los regalos, disparan también la felicidad –claro, a menos de que seas un comprador depresivo o los días 23, 24 y 25 de diciembre, los cuales reflejan bajos, bajísimos niveles de felicidad. Tanto preparar comida como compartirla y comerla, trae felicidad
¿Yo? Yo tengo un sentido de la recordación sumamente afilado y cada situación me remonta a un recuerdo en mi pasado. El olor a navidad, tanto del árbol como de la cocina y los ingredientes, me remontan inmediatamente a recuerdos felices. El sentido del gusto de la sidra, turrones, pavo y bacalao, me recuerdan la navidad. La música y las campanas; tocar las piñas y picarse con el árbol, ver las luces y sus reflejos en las anticuadas esferas de vidrio. Sentir el frío y por supuesto imaginar. Remontar. Recordar el especial de navidad de Snoopy y de Mr Magoo, de Disney y de Frosty. Recordar los regalos, los juguetes, la mañana de navidad, las envolturas. Son las memorias, y entiendo que cada quien tendrá una memoria distinta. Buena o mala para traer al presente. Pero nadie puede negar que es una época en la que la gente sonríe más y es más cordial.
Entonces... ¿en qué quedamos? Pues si... una blanca navidad o una obscura navidad. Las hay ambas... para todos... solo resta que definas si prefieres tu white christmas o tu Navidark.
Quiero agradecer a todos los que hacen posible la materialización de este sueño, Azu l chiclamino es una producción de Azul Chiclamino...
No quiero despedir este 2018 sin agradecer todo el equipo
Dirección General: Rodrigo Llop
Dirección y producción: Rodrigo Llop
Investigación: Rodrigo Llop
Locución: Rodrigo Llop
Guion: Rodrigo Llop
Sarcasmizacion y humorizacion: Rodrigo Llop
Edición: Rodrigo Llop
Musicalización y sonido: Rodrigo Llop
Coffee manager: Rodrigo Llop
Finanzas: Rodrigo Llop
Idea: Rodrigo Llop
Sobre todo, quiero agradecer al equipo extendido que lograron profesionalizar este proyecto en 2019:
Relaciones Públicas. Adriana Carbonell con apoyo de Lori
Diseño e imagen, logotipos, animación y promoción, Arturo González con su equipo, Axel Sandoval, Mike Sánchez, Fer Trujillo, Fabiola Carabias. Todos ellos de de Art Kingdom (Visítalos en artkindtom.tv)
Gracias a todos y sobre todo gracias a ti por escucharme.
Querido Santa.
Yo sé que esta es la decimosegunda carta que te escribo en el año pero las cosas cambian miuy rapido.
Ya no voy a necesitar el tren que te pedí en Enero,
Ni el prozac que te pedí en febrero,
Ni el chipote chillón que te pedí en marzo
Ni el libro “yoga en el avión” que te pedí en abril,
Ni el popote de tres metros de largo que te pedí en mayo,
Ni la capa de super heroe que te pedí en Junio
ni el matamoscas eléctrico que te pedí en julio,
ni el manual de carreño que te pedí en agosto,
ni el equipo de resonancia magnética que te pedí en septiembre,
Ni el crucifijo con dientes de ajo que te pedí en octubre,
ni el platón con la imagen de Platón que te pedí en Noviembre.
Solamente te quiero pedir una pluma mágica para poder seguir escribiendo. Ah y un gorro como el tuyo.
Gracias.
Firma, Rodrigo. De Azul Chiclamino, Me lo contó la noche y Cerebro de Silicio.