EP#140: Todos tenemos un pie en la cárcel. Fíjate por donde caminas.

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Cárcel, prisión, penal, penitenciaria, presidio, reclusorio... muchas palabras para describir un sitio del cual no queremos saber. Quien está ahí, extrañamente a como pensamos, merece toda nuestra atención. No es un sitio para “guardar” gente, es un sitio para “rehabilitar”. Cualquier problema y caes... un accidente, un a cuenta que no puedas pagar, un... ¡lo que sea! Todos tenemos un pie en la cárcel, fíjate por donde caminas.  

Yo soy Rodrigo Llop y yo te cuento. 

Y si... esto es Azul Chiclamino, la realidad de lo absurdo.  

Hay un tema del cual no queremos hablar. Difícilmente se discute en la mesa en una cena entre amigos. Es un tema que preferimos barrer discretamente y depositarlo debajo del tapete o de la alfombra para no verlo, para que no moleste, para que no pique y para que no esté al alcance de los niños que no deben oirlo o de los adultos que, indiferentes, miran hacia otro lado. Son las cárceles.  

Las definimos como el mal necesario del sistema judicial, cuando el regaño no funcionó o cuando la nalgada y a no fue suficiente, cuando una multa quedó corta, cuando a una sanción le faltó fuerza, sólo resta, “el depósito de gente”. Cuatro paredes donde nos encargamos de desaparecer o de borrar lo malo para olvidarlo y seguir adelante nosotros acá afuera, con lo nuestro, con lo cotidiano.  

Nelson Mandela, quien pasó 27 años en una cárcel en Sudáfrica dijo: - “No se conoce a una nación hasta que has estado en una de sus cárceles. Una nación no debe ser juzgada por cómo trata a sus ciudadanos de arriba, si no como trata a los de abajo.” indica el Washington Post. Y creo que la frase es muy profunda tan profunda como el huequito del sillón de donde te pones a ver tele y se te caen las llaves, el cambio, las monedas o la morralla...  Está en el mismo plano que la problemática de los de los homless, la pobreza, la drogadicción, los niños abandonados, incluso los “alberges de migrantes”. No queremos hablarlo, enfrentarlo y resolverlo. Pero hoy, enfoquémonos en las cárceles. En México, en particular, tenemos unas muy malas, si no es que de las peores. No dudo que, en tu país, la cosa esté igual 

https://www.washingtonpost.com/opinions/the-measure-of-a-country-is-how-it-treats-its-prisoners-the-us-is-failing/2019/02/06/8df29acc-2a1c-11e9-984d-9b8fba003e81_story.html?utm_term=.9f93840f51d9 

Según la BBC, Estados Unidos se encuentra en el primer lugar de número de presos: 2.16 millones de personas en prisiones federales y locales, pero la tasa es importante 655 presos por cada 100,000 habitantes –y eso que es la más baja en los últimos 20 años.  El segundo lugar lo ocupa El Salvador, no en tanto en  número, pero si en tasa 614 presos por cada 100,000 habitantes, aunque solo sean 40 mil. ¿Tercer lugar? Turkmenistán. Si, te voy a ahorrar ir a Google Maps -porque si tienes mi edad, tu globo terráqueo no lo trae, está desactualizado. Está encima de Irán y de Afganistán, en el Mar Caspio. Y no...Yo tampoco lo sabía.  

México, país que atraviesa complejos problemas de inseguridad en la última década, se ubica en el lugar 97 del mundo con una tasa de 165. El país registró un descenso respecto a la tasa cercana a 200 presos por cada 100.000 habitantes que sostuvo entre 2006 y 2014, indica la BBC. 250 mil presos en casi 400 centros penitenciarios.  ¿Quieres saber dónde está tu país? Búscalo en las referencias en https://www.azulchiclamino.com/blogs

https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-44047889 

Pero ¿Qué son las cárceles? O, mejor dicho, ¿qué no son y que deberían ser? Son digamos, como las salchichas... son todo menos lo que deberían ser... salchichas... y si quieres seguir comiendo salchichas mejor ni busques que son. En fin, según el Artículo 18 de la Constitución mexicana, indica Letras Libres, el sistema penitenciara se debe organizar sobre la base del respeto a los derechos humanos, y debe tener como objetivo la reinserción social, a través del trabajo, la educación, la salud y el deporte.  

https://www.letraslibres.com/mexico/politica/como-hacer-las-carceles-un-espacio-la-readaptacion 

Lo mismo se menciona en el artículo 10.3 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Político de las Naciones Unidas 

https://www.ohchr.org/SP/ProfessionalInterest/Pages/CCPR.aspx 

...su finalidad esencial será la reforma y la readaptación social de los penados.” Y así sigue.  

 

Empecemos desmenuzando el problema. Normalmente pensamos en un sistema penitenciario que no funcione, eso es lo que queremos como sociedad. ¿Lo ves? Si, a todos nos ha pasado. Te roban, te asaltan, te dan un cristalazo al coche o te abren la cajuela o el maletero. No denuncias, pero quieres castigo y la primera reacción “deberían encerrarlos y tirar la llave.” ¿Te das cuenta de lo fuerte? Y no condeno tu enojo, así es. Arrojar la llave no es reinserción ni rehabilitación. Si, quienes están encerrados se lo tienen merecido y que, gracias a ello, la sociedad en su conjunto se encuentra mejor, indica Nexos.  

https://www.nexos.com.mx/?p=27750 

Incluso, inconscientemente nos gustaría que no se respeten los derechos humanos. ¿Qué? ¿Quién no querría que se respeten los derechos humanos del vecino? -aunque esté en la cárcel.  

Primero, el pacto internacional de derechos civiles y políticos de las Naciones Unidas dice: “... condiciones de iluminación, ventilación, climatización - ¿Te imaginas a cuarenta y tantos en Topo Chico en Monterrey? Una sauna no está mal después de hacer ejercicio, pero en un penal... -saneamiento, nutrición, agua potable, acceso al aire libre y ejercicio físico...” Está demás decir que todo eso lo tienen de menos, MUY de menos... 

 https://www.cndh.org.mx/sites/all/doc/Informes/Especiales/CENTROS-BAJA-CAPACIDAD.pdf 

Todas esas observaciones, las retoma Mandela en su documento llamado Mandela Rules, subrayando: - “Lograr en lo posible, la reinserción de los exreclusos en una sociedad tras su puesta en libertad, de modo que puedan vivir conforme a la ley y mantenerse con el producto de su trabajo”. Como en programa de concursos de la TV, Todos tienen derecho a una segunda oportunidad.  

https://www.unodc.org/documents/justice-and-prison-reform/Nelson_Mandela_Rules-S-ebook.pdf 

 

¿Pueden ser las cárceles verdaderamente centros de readaptación o son sueños Guajiros? Vayamos al futuro e imaginemos en un sitio moderno, y no te pido que imagines coches voladores o pasillos interminables de desplazamiento de gente en las banquetas o Caramel Macciatos con crema batida, chocolate y chispas peros sin calorías… no, no, no ... en realidad solamente viajemos a Suecia. Suecia ha logrado reducir en más de un 20% la población en cárceles. Ha cerrado 4 de las 56 prisiones y se redujo el tamaño de otras. Las condenas en Suecia son relativamente cortas por lo que “la atención a sus clientes” -si, a los reos los llaman clientes- “debe ser desde el día uno, o sea, desde el check-in... Atendiendo problemas de alcoholismo, drogadicción y psiquiátricos, y eso es lo que ayuda a la reinserción a la sociedad.” La reincidencia en Suecia es de la mitad a los países como Inglaterra y el resto de Europa. En Suecia, individuos sentenciados, indica The Guardian, son tratados como gente con necesidades para ser asistidos y ayudados. ¿Te das cuenta? La rehabilitación es el corazón de sus políticas. ¿Conclusión? Es un tema de visión -claro, visión y dinero. Multiplica ahora el problema por 4 o 5. ¿Cuántos familiares hay fuera por cada interno? Una falla en la rehabilitación puede permearse a otras cuatro o cinco o diez personas fuera. 

https://www.theguardian.com/society/2014/nov/26/prison-sweden-not-punishment-nils-oberg 

 

Sobra decir que la CNDH ha encontrado una serie de deficiencias en las reprobadas prisiones mexicanas: mala clasificación entre procesados y sentenciados, falta de actividades laborales y de capacitación para el trabajo, poco personal de seguridad y custodia, así́ como la prevención y atención de incidentes violentos, Indica El Heraldo.  

https://heraldodemexico.com.mx/pais/suma-13000-millones-de-pesos-gasto-anual-en-prisiones/ 

 

Dado que son “botaderos de gente”, la atención es mínima y sin interés de la sociedad... en términos generales, no aporta para la imagen gubernamental y tampoco aporta votos. Así es que el presupuesto se va a educación, salud, infraestructura, energía, comercio y otras actividades que benefician “a los de afuera”. Un programa incompleto que no capacita, educa, apoya, desintoxica a los de adentro genera más problemas que soluciones llevando a las calles, una vez liberados, a gente sin preparación, muchas veces no porque no quiera, sino porque no sabe y nunca tuvo la oportunidad de trabajar. ¿Debemos invertir más...? Pues si... los 13,000 millones de pesos de gasto anual en prisiones parece no ser suficiente. Pensemos entonces en al menos... ayudar.  

Partamos del objetivo común que todos buscamos, queremos o necesitamos: Tener un México más seguro –inserte aquí el nombre de su país. Ese debería ser el objetivo de un sistema de Reinserción Social, no enfocado al castigo si no a la corrección y el apoyo -como el sistema sueco-, que logre generar independencia económica al salir, que le apoye con educación y salud física y mental. Bien, pues eso hace La Cana. Su misión es: 

“Crear un México más seguro, mediante la implementación de programas y talleres dentro y fuera de prisión que contribuyan a reducir los índices de reincidencia y delincuencia en nuestro país.”  

Déjame repetirte eso... ESO... ahora déjame repetir reincidencia... RE-IN-CI-DEN-CIA 

 

Surge de la visita de un reclusorio, de conocer las condiciones poco dignificantes de las personas y analizar los pocos resultados efectivos al impedir que las personas sigan cometiendo delitos. Se enfocan en cárceles de mujeres y buscan resolver problemáticas como condiciones poco dignificantes en los prisioneros, apoyar con programas de reinserción, disminuir reincidencia, apoyo con programas de empleo formal, remunerado y digno, solventar la necesidad económica dentro y fuera –sabemos que dentro todo cuesta y hay que pagarlo- y eliminar la discriminación y el estigma social. WOW. 

El trabajo de La Cana no es sencillo, Se basa en 1. Capacitación laboral y empleo; 2. Salud Mental; 3. Educación, Arte, Culta y Deporte; 4. Seguimiento en Libertad; 5. Incidencia en Políticas Públicas; 6. Apoyo Jurídico.  

En términos generales capacitar a las internas en diversas técnicas de tejido, bordado y costura para brindar fuentes de empleo a las que pueden dedicarse una vez en libertad. Esa oportunidad que tu tuviste para aprender a trabajar, muchos –muchas, en este caso- no la tuvieron. El programa les enseña y les apoya. Es capacitarlas para enfrentar de forma asertiva los retos de la vida en libertad.  

¡La Cana, les ayuda con atención psicológica para reestablecer confianza con talleres como - Psicoterapia de arte - Desarrollo humano - Maternidad Responsable - Adicciones y violencia - Inteligencia emocional - Comunicación asertiva - Sentido de vida - Sanando el abuso • Lectura y Redacción • Creación Literaria • Teatro • Sensibilización Artística • Meditación • Yoga WOW! ¿Te imaginas? Es básicamente como la YMCA o un All Inclusive, pero sin piñas coladas... claro. Es una segunda oportunidad. Pero lo mejor es que es un mini pequeño... pequeñísimo laboratorio, completamente replicable y con resultados perfectamente medidos. 

Ahí te van algunos de los resultados.  

180 mujeres capacitadas en bordado y tejido. 

Mas de 250 mujeres privadas de la libertad han tenido acceso a oportunidades para su desarrollo a través de programas de reinserción social.  

Brindan fuentes de empleo formal, remunerado y digno, a más de 100 mujeres en prisión y mucho más.  

En fin, como lo diría yo, es hacer un Suecia pequeñito. Su importancia es ir a la raíz del problema de la delincuencia, porque el problema no está en más policías o más patrullas, en garrotes más largos o pistolas con más balas. Está aquí porque un delincuente rehabilito, con oportunidades y con educación y salud puede ser cinco menos en la calle. –o tal vez más. 

 

Te recomiendo, ponte en contacto con La Cana... porque necesitamos más de esto. -Deberían embotellarlo y venderlo.  

www.lacana.mx 

@lacanamx en instagram, twitter y facebook. 

Hay gente que hace cosas que nos sirven a todos, y lo hacen muy bien. 

 

 

Esto fue Azul Chiclamino, la realidad de lo absurdo. Yo soy Rodrigo Llop. ¿Te quedaste con duda de las referencias? Visita www.azulchiclamino.com y encuéntralas en la sección Blog junto con el transcript de los episodios. Sígueme en Twitter, Instagram, Facebook y ahora, nuevo y distinto contenido en Youtube. Recomienda Azul Chiclamino a tus conocidos, recuerda que estamos en iTunes, Apple Podcast, Spotify y Soundcloud, y califícame. Pero sobre todo, comunícate conmigo. Quiero saber qué opinas y de que quieres que hablemos. Este es el medio perfecto para expresarte.  

 

Gracias. 

 

Y por supuesto, Escucha “Me lo contó la noche” Un podcast de historias obscuras 

Nombre... es que es un tema bien complejo... yo estuve en una... bueno, claro, luego renuncié pero ahí estaba yo cumpliendo mi “condena”... no sé qué mal hice para estar ahí, pero no hubo abogado que me sacara.  Teníamos media hora para ir a comer, así es que no te podías ir lejos y 10 minutos para caminar en el patio, pero te tenías que parar con tu grillete, quiero decir con tu celular. Era darle una vuelta a la oficina para estirar piernas. Veías el amanecer y el atardecer desde tu celda, quiero decir, tu lugar. Entraba a las 6 y salía a las 2 – 3 de la mañana - historia real-. ¿Comida? Pues todo te costaba ahí... había que pagar comida, café, incluso seguridad porque luego te robaban los reportes. El custodio, quiero decir mi jefe, era medio manchado... luego nos gritaba. Había unos que se hacían pipi en los pantalones del miedo... Sabes dónde era? La empresa se llamaba...