EP#216: La Nostalgia no es lo que solía ser

El sabor Dulce-Amargo de la alegría tristeza. Algo que enamora y molesta al mismo tiempo. Sentimientos de gusto y disgusto encimados, concatenados, entrelazados y encolados. Algo de lo que no podemos escapar. Tan común como un asiento pegajoso en un avión o una guajolota en una oficina de gobierno. Es la Nostalgia y ¿sabes? No es lo que solía ser.  

La realidad es la verdad, lo efectivo y con valor práctico. En contraposición con lo fantástico e ilusorio; 

Lo absurdo es extravagante, irregular, irracional, disparatado, opuesto a la razón. chocante y contradictorio.  

Bienvenido a Azul Chiclamino. La realidad de lo Absurdo. Yo soy Rodrigo Llop y yo te cuento.  



Camino por mi barrio antiguo. Donde nací y crecí. El parque donde aprendí a andar en bicicleta: la alameda de la Santa María. Los adoquines del piso, las jardineras... la cúpula del Quiosco Morisco. ¿No eres de México o no lo conoces? Te lo podría describir con los ojos cerrados. Es un octágono con una cúpula acristalada al centro de un parque adornado con fuentes. Color rojo ladrillo con incrustaciones doradas con arquitectura árabe. Entras subiendo unas escaleras y hay tres puertas clásicas árabes. Es fascinante. El piso es de madera... no lo recordaba así.  

Según investigué más tarde es de finales del SXIX y sirvió como Pabellón de México en la Exposición Universal de 1884-1885 de Nueva Orleans. 

https://espacioarquitectonicoenmexico.wordpress.com/kiosco-morisco/ 

A un costado de la alameda, sigue ahí el Museo Nacional de Geología, ya te he contado de él. Es un edificio viejo magnífico con unas escalinatas increíble y lleno de piedras, meteoritos y dinosaurios... si... dinosaurios.  

Sigue la papelería El Ancla. La recuerdo atiborrada, con colas enormes, con gente encima de gente cuando había que comprar los útiles escolares. Sigue peluquería Madrid donde nos cortábamos el pelo y, a escondidas, leíamos “La Familia Burrón” y otras historietas “prohibidas”. 

La panadería La Rosa igual, aunque ahora vende “Manteconchas” y el olor es distinto.  

¡Qué tiempos aquellos!... me gusta recordar esos tiempos de juventud... ¿A ti no? Seguro te pasa lo mismo. Cuando íbamos a la feria o al parque de diversiones, cuando recuerdas los juegos de niño o desenvolver los juguetes de Navidad, tu primera bicicleta, tus patines, los golpes que te ponías con tu Avalancha... Conozco a alguien que siempre vive de esos recuerdos y, cuando platico con él, siempre hay una frase que domina la conversación. “¡Qué tiempos aquellos!... ¡Esos eran tiempos mejores!”. Luego suspira y se entristece porque sus hijos no vivirán esos tiempos... Claro sus hijos miran al cielo y piensan “que antiguo es papá”. 

¿El resto del barrio? Bueno con algunos cuantos cambios. No quiero llamar decadentes si no que evolucionaron hacia un sitio que a mí no me gusta (por ponerlo elegante). 

La heladería es una clínica dental. La paletería es un restaurante de Kebabs. La heladería Rombi es ahora una Michoacana.  

La gasolinería el 7 1/2 es ahora un conjunto de departamentos nuevo 

El cine es ahora una plaza comercial  

El restaurante Kikos es ahora una quesadillería sin personalidad 

El negocio de papá es una bodega abandonada y 

El negocio de abarrotes del abuelo es una vinatería 

Ya no está el Burger Boy 

La papelería “La Honradez” es un local cerrado, con una cortina blanca de metal completamente grafitada.  

 

Extraño esos tiempos en donde podías ir solo caminando a la papelería a comprar un mapa... a comprar un plumón... al Sardinero a comprar algo que faltó para preparar la comida. De ellos, extraño lo viejo, lo antiguo... me molesta que las cosas nos sean como eran. 

Extraño esos tiempos.  

No es extraño. Se que tú también lo sientes, igual que yo, igual que todos. Extrañas el pasado. “El mal del tiempo”. Se le llama Nostalgia. Un médico suizo, Johannes Hofer acuñó el término en el siglo XVII, denominando una enfermedad mental y física de los soldados mercenarios a su deseo de volver a casa. NOSTOS regresar a casa en griego y ALGOS dolor que lo acompaña. En realidad, la denominó como una Enfermedad neurológica de causa esencialmente demoniaca. Se especulaba que se debía a daños anteriores en los tímpanos y las células cerebrales por el incesante repique de cencerros en los Alpes... no … no es chiste... es realidad de lo absurdo.  

 

https://www.nytimes.com/2013/07/09/science/what-is-nostalgia-good-for-quite-a-bit-research-shows.html 

 

Ya pasados el siglo XIX y XX, se le denominó “psicosis del inmigrante”, una forma de melancolía y “desorden mental represivo compulsivo”. Cómo verás, sabían perfecto de que hablaban, pero desconocían su procedencia. Como cualquier investigación moderna de lavado de dinero o desaparición "causal" de fondos gubernamentales 

 

En muchas ocasiones, la nostalgia puede confundirse con depresión. Los síntomas son similares: Pensar en el pasado, en lo que ya no es, en no estar aquí y, por supuesto, la nostalgia es una emoción negativa. El diagnostico puede confundirse fácilmente, por ello, la importancia de estudiarla.  

 

¿Qué lo dispara? Muchas cosas, la música, el ambiente, la tristeza, la soledad, Campanita usando su barita mágica encima del castillo de Disney mientras tu cabeza pone play a “el mundo es cascada de colores” ... Pero también, el clima... Un estudio hecho por Xinyue Zhou de la Universidad Sun Yat-Sen en el sur de China encontró que los pensamientos más nostálgicos son en los climas fríos. Un experimento hecho con gente en un cuarto fresco de 20 grados centígrados, sintieron más nostalgia que en cuartos más cálidos. “¿Me gusta ver llover y no mojarme”, recuerdas la frase de “como el viejo decía” de Anthony Quin? Bueno y pues viene cargado de ese sentimiento de nostalgia igual que Joey de Friends viendo su escultura de lluvia falsa recordando los tiempos en los que vivía con Chandler.  

 

 

Constantine Sedikides PhD, comenzó a estudiar la nostalgia en la Universidad de Southampton encontrando que es completamente común y que se encuentra, incluso, en niños de 7 años al recordar cumpleaños, fiestas, vacaciones y otros eventos. Si, hay otros que viven de la nostalgia además de la estación de radio que solamente pasa “clásicos” ... 

 

¿Qué tan común es la nostalgia? Bueno, pues ponte a pensar ¿cada cuanto tienes recuerdos de añoranza? Hay gente que siente nostalgia una vez por semana, aunque hay gente que la siente 3 o 4 veces por semana. Desde este momento no podrás dejar de contabilizar todas las veces que sientes nostalgia, has sido encantado con el toque de Azul Chiclamino... tus parpados pesan... sientes que tu cuerpo pesa más, no puedes más con el sueño... comienzas a tener recuerdos de nostalgia y de ahora en adelante comenzarás a identificar todos esos momentos... Esto no es broma... comenzarás a identificar “Esto es nostalgia”. 

 

En un experimento, se le pidió a la gente que recordara un momento nostálgico. La gente recordó momentos alegres, positivos. Es común que día a día tengamos momentos de nostalgia dependiendo si el día va bien o mal y las emociones asociadas pueden variar. Lo cierto es que los sentimientos positivos suelen dominar, indica Neuroscience News 

 

https://neurosciencenews.com/unhappiness-nostalgia-psychology-11002/ 

 

En la Universidad del Sur de California se hizo un estudio. Se les pidió a estudiantes extranjeros de intercambio que contestaran preguntas sobre sus sentimientos diarios. El cuestionario exploraba los sentimientos en días donde habían tenido o no problemas escolares o con amigos o esos días tristes donde se había terminado el papel de baño. Sobre la música que escuchaban en el radio y otros factores como el día que te golpeaste el dedo chiquito del pie y recordaste a todos TOOOOOOODOS tus ancestros. La gente se sentía nostálgica en aquellos días en los que las cosas no iban bien en el presente. Repito... La gente se sentía nostálgica en aquellos días en los que las cosas no iban bien en el presente. Comenzamos a encontrar un patrón interesante... una correlación.  

 

Esas experiencias “negativas” atrajeron pensamientos nostálgicos, resultado del estrés, depresión y soledad. Momentos de Cavilación, reflexión y pesar. Piensa en los memes de la Rana Rene –hoy mal llamada Kermit-... “hay momentos en los que pienso x y luego se me quita”. Alguna vez has visto a la Rana René sonreír... ¡Pues no! ¡Está nostálgica por aquellos momentos!  

El estudio continúa diciendo que la gente está menos satisfecha con su vida y con baja autoestima. De igual forma, los momentos en los que la gente ayuda a otras personas son los momentos en los que se recuerdan viejas amistades y de ahí viene también la nostalgia. Momentos de inspiración soportados por música antigua.  

 

Pero si hablamos del tema, no podemos brincarnos al maestro de la nostalgia. Al Sensei de la melancolía, al caudillo de los recuerdos del pasado... Humphrey Bogart: “Siempre tendremos París” ... un recuerdo que, pase lo que pase, nunca podrán quitarnos y es el sitio –o el momento-, a donde podemos regresar. 

La nostalgia nos conecta con las personas al recordar eventos, situaciones y momentos en donde disfrutamos con la gente. Nos transporta y ahí su importancia, indica Scientific American 

https://www.scientificamerican.com/article/why-nostalgia-is-good-for-you/ 

 

 

Pero ¿Qué es lo grave de la nostalgia? En los 70s y 80s, psicólogos sugieren que la nostalgia podría acrecentar el problema de la autodiscontinuidad, bien definido en “Suite: Judy Blue Eyes” de Stephen Stills: "No dejes que el pasado nos recuerde lo que no lo somos ahora”. 

 

Como díría Ricky Martin Bon-Bon Shake your Bon- Bon Shake your Bon-Bon Shake your Bon-Bon 

Y así se sigue toda la canción... 

 

La nostalgia puede ser una trampa para no seguir adelante, para estar atrado en el pasado, para permanecer en una falsa relación que recordamos buena pero que en realidad tuvo sus problemas obviamente, en un viejo trabajo que recordamos, en tiempos que pensamos fueron mejores porque simplemente la mente nos juega trucos y juegos extraños borrando lo malo y dejando solamente a flote lo bueno. La discontinuidad del yo del presente por la añoranza. Vivir del pasado. Como esos viejos actores o actrices de cine decadentes que viven de un gran papel, ese cantante “one hit wonder” que vive de una sola canción... esos personajes que huelen a nafatlina, cuyas casas estan detenidas en el tiempo porque la nostalgia los atrapo y no pudieron continuar.  

 

Esta sensación de pérdida y dislocación se ha relacionado repetidamente con enfermedades físicas y mentales. 

 

Sin embargo, la nostalgia, indica el NYTimes, genera más empatía, y relacionamiento con los otros. Hablar de esos tiempos, de lo clásico, de los recuerdos crea vínculos sociales importantes. La gente se siente más cerca, las parejas se relacionan y al final, hay sentimientos de felicidad provenientes de ellos. La nostalgia sirve, al final de cuentas, para ayudar al hombre a sobrevivir. Igual que el miedo y el dolor. Esos tiempos difíciles complicados en donde el hombre, como animal, se siente derrotado, busca el sentimiento de nostalgia para enclavarse en una emoción que traiga remembranza e interés por seguir adelante. Supervivencia, buscar un refugio y comida. En nuestros tiempos modernos, sirve para continuar y buscar la salida con ese recuerdo como un objetivo de vida. Hablar del pasado nos permite ser más optimistas e inspirados para el futuro.  

 

La nostalgia nos hace sentir bien. Recordar cómo eran las cosas y esa añoranza genera un sentimiento de confort, de pertenencia... pero lo más rescatable de la nostalgia no es lo que nos hace sentir si no lo que lo causa y eso es el sentimiento y la emoción actual. Ir a otro lado a buscar el confort y a calidez que en este momento no tenemos o no existe. Y ahí es donde está el secreto. Ir al pasado para olvidarnos del presente o, tal vez, en el mejor de los esos, arreglarlo de alguna forma.  

 

https://neurosciencenews.com/unhappiness-nostalgia-psychology-11002/ 

https://www.nytimes.com/2013/07/09/science/what-is-nostalgia-good-for-quite-a-bit-research-shows.html 

 

Así es que la nostalgia es buena, no abuses, no permitas que te ancle al pasado y sigue cantando canciones de José José, sigue usando tu smoking de terciopelo y sigue peinándote con gomina como en los 80s, pero por favor... visita un rato el pasado, diviértete, emociónate y nos vemos de vuelta aquí en el presente...